4. CONSEJOS
El jueves 10 de junio tuve el privilegio de acudir a la primera conferencia como miembro de la Asociación de Antiguos Alumnos de ESIC, AESIC.
Estaba Jean Marc Colanesi sobre la mesa hablando del término de moda, que no todo el mundo entiende correctamente: la Web 3.0 y el concepto de la nube.
En este post me voy a centrar en lo que es la nube, qué va a cambiar y los peligros
la nube
La computación en la nube, del inglés cloud computing, es un paradigma que permite ofrecer servicios de computación a través de Internet. La «nube» es una metáfora de Internet. En este tipo de computación todo lo que puede ofrecer un sistema informático se ofrece como servicio, de modo que los usuarios puedan acceder a los servicios disponibles «en la nube de Internet» sin conocimientos (o, al menos sin ser expertos) en la gestión de los recursos que usan. Según el IEEE Computer Society, es un paradigma en el que la información se almacena de manera permanente en servidores en Internet y se envía a cachés temporales de cliente, lo que incluye equipos de escritorio, centros de ocio, portátiles, etc. Esto se debe a que, pese a que las capacidades de los PC han mejorado sustancialmente, gran parte de su potencia se desaprovecha, al ser máquinas de propósito general.
Como ejemplos de computación en la nube se puede destacar Amazon EC2, Google Apps, eyeOS, Windows Azure y Ubuntu One que proveen aplicaciones comunes de negocio en línea accesibles desde un navegador web, mientras el software y los datos se almacenan en los servidores.
Más en: http://es.wikipedia.org/wiki/Computación_en_nube
Es decir, según esta teoría a partir de ahora ya no tendremos ninguna aplicación instalada en nuestros ordenadores, desde una interface web controlaremos todos nuestros recursos, contactos, redes… colgados en un servidor remoto en manos de un proveedor de estos servicios.
Esquema de la nube
Posiblemente ya haya compartido algún archivo de trabajo desde «Windows Mesh» o «Google Docs», tenga sus fotos colgadas en «flickr», sus presentaciones corporativas en «slideshare», y sus videos en «youtube» o «vimeo». Entonces, ¿para qué necesita un ordenador de sobremesa con un disco duro de 1Tb? Sus archivos de trabajo estan en la nube, pero los de ocio también… La músiuca: en «spotify», y el cine… hay cientos de webs de alojamiento online de películas, series, documentales…
El viernes leía en Expansión a Steve Jobs pronosticar el fin del PC tal y como lo conocemos, y sinceramente creo que tiene razón.
Cuando salió, priomero el iPhone y luego el iPad, pensé que la capacidad de almacenamiento era realmente escasa, que con 16 gigas no podía guardar prácticamente nada. Pero me compré el iPhone las navidades pasadas y no he llenado ni una cuarta parte. Tengo todo el contenido online, en la nube. No necesito espacio de almacenamiento.
Lo que necesito ahora mismo es un interface en la que tenga acceso directo a todas mis aplicaciones que necesito en el día a día, y esto lo tengo en mi pantalla del iPhone a través del «app store».
Esto ha sido posible gracias a la mejora en las infraestructuras de Internet móvil, que ha dado un impulso a la conectividad remota y que deberán seguir adaptándose a la creciente demanda de los servicios 3G. Según uno de los últimos estudios de Morgan Stanley, se estima que en 2020 habrá más de 10.000 millones de dispositivos móviles con conexión a Internet. Nos podemos hacer una idea del cambio (en todos los sentidos) que significa, si lo comparamos con los 1.000 millones de ordenadores personales de la actualidad.
3. Peligros
Por un lado, si realmente vamos a tener toda nuestra información colgada en la nube, eso significa que va a depender de un proveedor externo que va a tener en su poder una valiosa información.
Por otro lado, si nos quedamos sin conexión a Internet no podremos acceder a nuestros contenidos.
Al todavía estar en pañales ciertas parcelas de seguridad en Internet podemos sufrir ataques piratas para robar información confidencial. Hasta que no se generalice el uso del DNI electrónico en las comunicaciones online no estará garantizada esta seguridad.
4. Consejos
No depender únicamente de un proveedor de estos servicios de almacenamiento, tener la información almacenada en más de uno por si alguno pudiera fallar.
Mantener copias de seguridad físicas de documentos (en un dispositivo de almacenamiento portátil) en previsión de alguna caída de la conexión de Internet.
No colgar en servidores públicos información confidencial. Hay muchas empresas que ofrecen el servicio de almacenamiento a un precio razonable y garantizan la confidencialidad.
¡Espero que os haya gustado el post!
En la próxima entrada hablaré de la WEB 3.0, qué significa, cómo y porqué las marcas deben estar.
Puedes seguirme en: http://twitter.com/jemose
Y encontrarme en:
Marketing para llevar 